El Gobierno uruguayo recibió una donación de 5 millones de euros (6,75 millones de dólares) de parte de la Unión Europea (UE) para impulsar la reforma del sistema de justicia penal y mejorar las condiciones de vida en las cárceles, duramente criticadas en los informes de los especialistas de la ONU y la OEA.
Se trata de "una cooperación de nuevo tipo" y es "la primera vez" que la UE interviene en el sector de las cárceles en América Latina, afirmó el jefe de la Delegación de la Unión Europea en Uruguay, Geoffrey Barrett.
En 2009, el entonces relator especial de las Naciones Unidas sobre tortura, Manfred Nowak, visitó Uruguay e hizo un informe muy crítico sobre la situación de las cárceles del país y destacó especialmente las "sistemáticas violaciones a los derechos humanos" de los reclusos.
Barrett recordó que a partir de ese momento las autoridades uruguayas solicitaron colaboración internacional a varios países y organismos.
La UE "apoya el proceso de cambio" que se está dando en las cárceles uruguayas y la donación "es de un monto importante si se tiene en cuenta el duro momento que atraviesa Europa", agregó el embajador.
Barrett destacó que entre los objetivos del proyecto figuran la reforma del proceso penal, la capacitación del personal que trabaja en las cárceles "especialmente apuntando a mejorar los derechos humanos" tanto de los presos como de los carceleros.
La situación sanitaria de los reclusos en Uruguay "es bastante grave" y con parte de la donación "se buscará mejorarla", agregó.
También se atenderá la educación de los reclusos "tratando de ayudar a su reinserción social y laboral" cuando recuperen la libertad, destacó el representante de la UE.
El programa de cooperación denominado "Apoyo a la reforma del sistema judicial penal y a la mejora de las condiciones de vida y reinserción socio económica de las personas privadas de libertad" que respalda la Unión Europea se complementa con otros en ejecución con el apoyo de España y de Naciones Unidas.
La embajadora española en Uruguay, Aurora Díaz-Rato, calificó de "pionero" el "esfuerzo conjunto y de cooperación de donantes alineados" para ayudar a Uruguay a mejorar la situación en los centros de reclusión.
Por su parte, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, aseguró que el país "se juega mucho" en la búsqueda de recuperar a los reclusos "porque de lo contrario volverán a la violencia y el delito".
"Los altos índices de reincidencia nos demuestran que hemos fracasado en los modelos aplicados hasta el presente en Uruguay", admitió el ministro.
Bonomi agradeció "el apoyo financiero y técnico" de la Agencia Española de Cooperación Internacional para la formación de los nuevos directores de las cárceles uruguayas y afirmó que el Gobierno busca dar prioridad a la educación, el trabajo y el deporte en el interior de las cárceles "como forma de cimentar la recuperación de los reclusos".
La mayor parte de la donación de la UE, 1,6 millones de euros (2,08 millones de dólares), será destinada a la promoción de la reinserción laboral; otros 1,5 millones (1,95 millones de dólares) a planes de mejora de la atención sanitaria y 670.000 euros (871.000 dólares) para la reforma del sistema penal.
El resto será para respaldar la reforma administrativa, educación y formación para el empleo.
Una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que el pasado mes de julio visitó nuestro país coincidió con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en tildar de "infrahumanas" la situación de las cárceles uruguayas.
"Están en condiciones que no son humanas, en condiciones infrahumanas", afirmó entonces el relator especial sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad de la CIDH, Rodrigo Escobar Gil.
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